martes, 15 de junio de 2010

Literatura, música, cine y artes plásticas.

El arte del Siglo XX se ve fuertemente influenciado por la situación mundial política y social del momento. Es un arte que no escapa a la realidad, sino todo lo contrario, brota de ella, como una forma de catarsis. Luego de la Ilustración, que había creado un sentimiento de confianza en el ser humano, la razón y la ciencia, estos valores entraron en crisis. Las dos guerras mundiales marcan un clima tenso e inestable, lleno de horror y destrucción. La crisis europea y la crisis de la bolsa estadounidense en 1930 impactan en la sociedad creando movimientos artísticos de protesta. Es una época de profundos y acelerados cambios, donde el progreso científico y tecnológico deja avances impensados como el automóvil, el avión, la televisión, la llegada del hombre a la luna, etc. Todo esto provoca un gran impacto en la sociedad y surgen movimientos artísticos como el futurismo. El crecimiento industrial y la vida en las ciudades también dejaron su huella en el arte, por ejemplo en el arte pop. Se pueden distinguir dos grandes movimientos en el siglo XX: Las vanguardias y luego el arte postmoderno.
Tomando literalmente, el término implica ante todo la idea de lucha, de combate, de pequeño grupo destacado del cuerpo mayoritario, que avanza, que se sitúa por delante. En efecto, la vanguardia artística se manifestó como una acción de grupo, un grupo reducido, un élite que se enfrentaba, incluso con violencia, a unas situaciones más o menos establecidas y aceptadas por la mayoría. Por esta razón acostumbraba ser rechazado socialmente, aunque con el tiempo alcanzó reconocimiento y se asimilaron sus ideas. La incomprensión inicial, la marginación incluso, y la posterior aceptación y amplia difusión; justificarían a posteriori su papel anticipador del futuro. Además, es un hecho que pone de manifiesto una nueva situación del artista en la sociedad, una situación enraizada en la idea romántica del artista como genio incomprendido. Desde un principio estos serían los aspectos más definitorios del concepto de vanguardia. Pero, lógicamente, la idea de vanguardia comporta una mayor complejidad. Para precisarla un poco más, es interesante examinar, como han hecho algunos estudiosos (Nikos Hadjinikolaou, en especial), de que modo ha evolucionado el uso del término en el terreno cultural. La palabra vanguardia con relación al arte apareció por primera vez en el primer cuarto del siglo XX, en textos de los socialistas utópicos. No se trataba a la sazón de un grupo o de una tendencia artística en particular, sino, que el arte se presentaba en general como una avanzadilla de la sociedad, como la vanguardia de los dos sectores fundamentales, que trataban de transformar la sociedad: la ciencia y la industria. Esto introduce otro aspecto en el concepto de vanguardia: la vinculación con actitudes sociales progresistas que, en ocasiones, llevó a la consideración de que la vanguardia más auténtica, era aquella que junto a las innovaciones formales, implicaba una ansia transformadora de la sociedad. Más adelante, sobre todo a fines del siglo XX, el término vanguardia se utilizó en el vocabulario político, y poco antes de la primera guerra mundial, pasó a ser frecuente en la crítica artística. Entonces se aplicó ya a una tendencia concreta: Cubismo, Futurismo. La vanguardia artística es una búsqueda de renovar, experimentar y/o distorsionar un sistema de representación artístico. Implica innovación, ruptura de preconceptos.

1 comentario:

  1. entre 1920 y 1960 ocurrieron cambios continuos en las corrientes artisticas y se produjieron numerosas y diversas obras eso es la realidad :)

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