martes, 15 de junio de 2010

Aplicaciónes de la ciencia y la tecnología en la industria bélica, en las fuentes de energía y en la producción.

Tecnología y naturaleza humana

Responder a la pregunta sobre qué es la tecnología no resulta sencillo. Al intentar definir su significado sucede igual que con otras palabras como lenguaje, ser humano o vida, en las que es casi imposible pensar sobre ellas sin pensar desde ellas. Para definir el lenguaje hay que utilizarlo. Sólo los seres humanos se pueden plantear el problema de la definición de lo humano. Y, que se sepa, es necesario estar vivo para poder preguntarse en qué consiste esto de la vida. Con la tecnología sucede algo parecido: lo técnico o lo tecnológico (por ahora no distinguiremos entre tales conceptos) está tan presente en la vida de los seres humanos que apenas podemos hablar de ello con la distancia suficiente para reconocer con claridad sus perfiles definitorios.

Nuestro entorno natural ha sido radicalmente transformado por la técnica. Todo el proceso que ha llevado a que estas líneas puedan ser leídas supone el encadenamiento de diversos actos técnicos. Desde la escritura del borrador, hasta la edición, impresión y encuadernación del libro, hay un conjunto de procedimientos sucesivos que pueden ser considerados con propiedad como técnicos. Esto por el lado de la producción de este escrito. Pero seguramente también el entorno del lector estará altamente tecnificado. Probablemente quien lee este libro (un artefacto no natural) lo hace sobre una mesa (también artificial) ubicada en un edificio (construido técnicamente) situado en un pueblo o ciudad (un entorno urbanizado). Aún en el improbable caso de que el lector estuviera en un parque natural sin el menor atisbo de producto técnico a su alrededor, seguiría siendo cierto que tal lugar conservaría intactas sus características naturales precisamente porque los seres humanos han decidido declararlo como una zona de excepción a la habitual transformación técnica del medio. En nuestros tiempos, la propia conservación de la naturaleza para preservarla de los efectos del desarrollo técnico es una decisión que se adopta de forma consciente. Tal es la omnipresencia de la técnica a nuestro alrededor que hay quien afirma, incluso, que la propia realidad es, en cierto sentido, una construcción técnica.

Técnicas, tecnologías y artefactos.

Como se ha indicado, la definición de la tecnología resulta especialmente difícil al ser indisociable de la propia definición del ser humano. Sin embargo, conviene tener en cuenta cuál es la idea más usual y tópica sobre ella. El diccionario define la tecnología como el “conjunto de los conocimientos propios de un oficio mecánico o arte industrial”, o también como “el conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales de un determinado sector o producto”. Aunque las dos definiciones difieran en el carácter de conocimiento o de práctica que deba caracterizar a la tecnología, ambas parecen coincidir en que el ámbito definitorio de la tecnología está en la producción, especialmente en la producción industrial.

Según el diccionario, la idea de tecnología está relacionada con la producción material ligada a la industria. En este sentido, la tecnología sería relativamente moderna, al menos tanto como la propia producción industrial. Seguramente por ello el término tecnología parece indicar una mayor sofisticación que el de técnica. Las técnicas se darían en las formas preindustriales de producción y serían algo así como habilidades o destrezas que no requerirían del concurso de conocimiento científico alguno, sino que progresarían por el uso de intuiciones prácticas continuamente corregidas por la experiencia. La tecnología podría ser considerada, por tanto, como el conjunto de procedimientos que permiten la aplicación a la producción industrial de los conocimientos propios de las ciencias naturales. Por su parte, la técnica correspondería a los tiempos anteriores al uso de los conocimientos científicos como base del desarrollo tecnológico industrial. Dos tópicos aparecen así en esta consideración común de la tecnología. El primer tópico sería su dependencia de otros conocimientos más básicos. El segundo, el carácter material de sus productos. Esos dos tópicos son ideas comúnmente aceptadas, pero no por ello necesariamente ciertas.

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